domingo, 23 de agosto de 2009

Ventanas


Sé que un arquitecto sabe la respuesta, y aun podría darme una cátedra sobre ventanas. Y creo que podría defenestrar mis teorías. Pero supongo que las ventanas fueron creadas para ayudar la ventilación de los cuartos, para asistir en su iluminación, para equilibrar su temperatura o permitir a los vigías avistar al enemigo. Al principio habrá bastado un boquete en la pared, mas el hombre siempre curioso se ha aplicado, ya por siglos, en la estética de la ventana.

Creo que lo dicho no es del todo cierto. Imagino que alguien, dentro de su recinto, descubrió la brevedad ante el paso vertiginoso del tiempo. Y supo que la memoria tenía límites y era tan perecedera como un trozo de col. Y así, sin más, inventó la ventana como vía para suspender en el tiempo lo visto. Fue todo un visionario, y hasta podríamos nombrarlo precursor de la fotografía. Pero contraria a ésta, la imagen de la ventana es íntima, es única e intransferible. La imagen vista a través de la ventana se transforma cada segundo.

Las ventanas pueden ser evocadas con la palabra escrita, pero el lector siempre interpretará y hará suyo lo descrito. Sólo existe una forma de poseer las ventanas y es el de grabar en la memoria la imagen descubierta. Mientras el tiempo sigue su vertiginoso designio, uno puede detenerse a recordar las ventanas aprehendidas. Sus imágenes son segundos robados al infinito; son la posibilidad de intuirlo.

No hay comentarios.: