miércoles, 15 de septiembre de 2010

Como un sol entre céfiros y trinos...

1. Esta hermosa bandera perteneció al Regimiento de la Muerte, organizado por José María Cos en 1811 para luchar contra los realistas. Dicho regimiento defendió la ciudad de Zitácuaro del ataque de las tropas realistas lidereadas por Félix María Calleja. El ataque se llevó a cabo el 2 de enero de 1812; ante la superioridadde los realistas, los insurgentes tuvieron que abandonar la ciudad.

Como en otras fechas festivas, los medios y su mercadotecnia terminan por convertir los festejos en metáforas muertas. A pesar de ello me empeño en decorar mi casa, y en cocinar los platillos propios de cada fecha.

Hoy, por ejemplo, no festejo por festejar. Rindo un mínimo homenaje a los personajes que en algún momento de nuestra historia llevaron su convicción hasta las últimas consecuencias. Porque he tratado, como mejor he podido, de sostener lo que pienso y de que mi hacer tenga coherencia con ello. Respeto a aquellos que lo hicieron; no podría escupir sobre sus tumbas.

2. No sé qué pensó Venustiano Carranza al elegir el mito Azteca para terminar de definir nuestro Escudo Nacional. Tal vez era un visionario y supo plasmar nuestro centralismo.

Llegaron entonces allá donde se yergue el nopal, cuenta la historia que terminaría en exterminio. Me gusta creer que en la bandera ondea la cosmogonía azteca: el ave, dios solar, que devora a la serpiente, dios que se sacrifica para crear a los hombres del maíz.

Pero a ratos siento que el inconsciente colectivo percibe la derrota de un imperio aunque este sea tan ajeno a lo que somos hoy en día. Acaso llevamos sobre los hombros un vergüenza que ya no nos corresponde.



3. Hace unos días esta caricatura causo revuelo en la red. Las posturas fueron encontradas. No veo la ofensa sino el horror de la verdad que sólo los caricaturistas pueden capturar en una imagen. Este no sólo es el México de hoy, la comunión del águila y la serpiente se ha visto postergada más de una vez. Basta leer nuestra historia, querer conocerla y comprenderla.

Detrás de la Fiesta del Bicentenario, del artificio que han creado los medios, los intereses políticos y económicos, están los individuos que habitan una misma geografía.

En este país respiro. Escribo mis textos en español. Es en estas calles de México donde he conocido a gente que quiero, a gente que respeto. Cocino los platillos condimentados que elaboraba mi abuela. Celebro esto, no a un gobierno. Celebro este lugar, donde transcurren mis días soleados y mis días nublados.

Según la simbología la lucha del águila y la serpiente no es otra sino la lucha entre la vida y la muerte. Somos los peones de esa batalla, no importa en qué lugar del mundo nacimos.

De lejos estuvieron mirando al águila
su nido de variadas plumas preciosas
Plumas de pájaro azul
Plumas de pájaro rojo

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