miércoles, 13 de mayo de 2009

las memorias del agua


Desde que abandoné el aljibe no he escrito ningún verso, como si la voz interior se hubiese quedado allá arriba flotando con los otros ahogados.

Resulta tan distante el impulso cotidiano de construir versos. Todo se ha quedado, allá arriba, en el agua.

Aquí y ahora otras voces son las que hablan, las de los personajes que me acompañan y que no son sino mis propias fantasmas; y los fantasmas no queridos de otras personas que decidí adoptar.

Allá arriba, la calidez de los otros me era vital. Aquí abajo me bastan estas voces, los demás son recuerdo. No hay amados ni amantes ni amorosos. Y sí, por ello, ya no escribo versos.

2 comentarios:

Gio Yakún dijo...

Mucha nostalgia, Ama de la Cripta. Los fantasmas están siempre. No "con" nosotros sino incluso "a pesar" de nosotros. Por eso no los vea como acompañantes, sino como moradores que la reciben aquí y allá.

Y ojalá que los versos fluyan de nuevo...

Gio.

Erika Mergruen dijo...

Esperemos...