Y están las noches en las que sólo espero que me de sueño, en las que deseo que el sueño haga lo suyo. Fumo y pierdo el tiempo, sin ganas de seguir con el trabajo o de ir a lavar los platos. Y así, en mi estúpida apatía, me da por recordar a los muertos muertos, a los muertos vivos y a los vivos. Trato de recordar sólo los rostros que amo, unos cuantos. Revivo las anécdotas, sus voces, sus dichos y el momento exacto de cuando se cruzaron en mi camino. Pronto se desvanecen. En mis noches de patética autodestrucción los rostros de otros son los que invaden este cuarto. Los otros, esos personajes que me han causado tanta decepción. No sé si los odio o los desprecio, tampoco sé si me duelen o me estorban como lo hace una pestaña en el globo ocular. Basta decir "pinches putos" y fijar la mirada en algún objeto que me traiga de vuelta a los que sí quiero. Ellos, los amados, saben quiénes son. Los "pinches putos" se hacen los que no saben, pero aquí tengo la lista. El sueño se acerca.
miércoles, 25 de febrero de 2009
Querencias
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3 comentarios:
¿el inicio de más posts?
El estilo y el humor característico no se pierden con el tiempo, mi querida Erika, más bien se enriquecen... felicidades!!
Pues los posts regresan ;)
Ernesto, muchos abrazos desde la colina :)
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