jueves, 31 de diciembre de 2009

2009-2010


Creo que ciertas festividades son propias de la niñez; o bien porque somos todavía niños o vivimos en un hábitat pleno de ellos. Y en ciertos momentos de vida, o por estilo de vida, la infancia no es la encargada de darle sentido a nuestro yo festivo. Entonces creamos los artificios suficientes para que la fiesta siga, aunque siempre podemos decidir por el rincón gris del que nada celebra.

Aquí no hay cosechas ni dioses arbóreos. No existió un mesías ni nadie espera su vuelta. Mucho menos se espera al que nunca ha venido ni vendrá.

Aquí no hay grandes proyectos por hacer ni logros añorados que iluminen el ego. Aquí las ventanas están orientadas a lugares imaginados.

Ya no recibo regalos bajo el árbol. Ya no coloco regalos bajo el árbol. Lo único que queda es la posibilidad de que regresen a él. Y ello es suficiente, como lo es sentir el aire frío en los pulmones mientras escucho el golpeteo de mis dedos sobre este teclado. Sea.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Blanco


La última vez que nevó en esta ciudad fue en el año en que nací. No creo que esto ocurra otra vez, no mientras yo recorra las banquetas de esta ciudad.

Conforme pasan los años tengo más certezas sobre lo que no haré y lo que no veré. Más que decepción me provoca cierta nostalgia.

Pero sí he hecho hombres de nieve, o mejor dicho de hielo. Esta ciudad suele ser víctima de las granizadas. Si el fenómeno rebasa la media, la cantidad de granizo logra blanquear el paisaje. Entonces la gente puede correr a sus patios, a los parques o al Ajusco ha erigir hombrecitos de nieve. Ha de ser nuestra nostalgia de lo que la mayoría nunca veremos.

Y creo también en la nostalgia de lo que vimos y ya no veremos la cual es más azul pues toda posibilidad ha sido cancelada.

Disfruto de toda la iconografía navideña, en realidad me hace sonreir. Mi espíritu es primitivo. Me algro con los hombres de gengibre, los bastones de caramelo; los rojos, los verdes y los blancos que crean un caleidoscopio con el titilar de las series.

Pero los hombres de nieve me provocan una sonrisa triste. Aunque he visto nevar en la tele y en la pantalla grande no es lo mismo; como tampoco es lo mismo leer en el monitor y prescindir del papel tibio de un libro.

Tal vez sea que la nieve es en realidad el Moby-Dick de mi infancia; y el barco que iba tras ella me dejó en el puerto y jamás regresará.

lunes, 14 de diciembre de 2009

Lunes de Arcano


Carta de la semana: Caballero de pentáculos

Seguimos con la secuencia de los pentáculos. Aunque cabe agregar que el recorrido por diversos elementos de las últimas semanas sólo rige un aspecto de la vida. Lo más cotidiano, que puede funcionar para otros en este blog.

La carta de la semana pasada daba la pauta para una acción. Yo la freno, a pesar de que he tenido que realizar ciertas tareas que no puedo dejar a un lado. Las que dejo en espera son las propias, esas que están representadas en los péntaculos.

El caballero de pentáculos es el anuncio de la cercanía del elemento fuego. La distancia entre el fuego y yo es la que mi negación designe.

Estoy instalada en mi cómoda actitud, al igual que mi maldita gripe. Pero el movimiento es a pesar mío.

lunes, 7 de diciembre de 2009

Lunes de Arcano


Carta de la semana: Tres de pentáculos

Es curioso que en momentos de inactividad salga esta carta, y lo digo porque queremos creer que la única realización o el único trabajo real es el "activo".

Después de unos días lejos de todo y de todos, y en un ocio total, este arcano valida la elección tomada en Los Amantes de la semana anterior. Aunque mis vacaciones han comenzado, es hora de iniciar mi nuevo proyecto (y sí, de salir al mundo, acercarse a todo y todos).

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Lunes de Arcano (atrasado)


Carta de la semana: Los enamorados (El enamorado)

Me gusta imaginar cualquier dualidad como un par de engranes, la mínima alteración de sus dientes puede provocar el colapso de una maquinaria. No creo que se pueda aprender a armonizar todas las dualidades que nos rodean. Pero por épocas nos toca trabajar con unas o con otras. Del Arcano VI me fascina la dualidad del Ideal y Realidad, que encuentro en todo lo que hago y lo que soy. Es esta dualidad la que me da satisfacciones, pero también la que me desestabiliza. Tiene mucho que ver con "el deber ser" que algunos traemos a cuestas.

Cuando olvidamos el por qué decidimos hacer o creer en tal o cual cosa, es bueno regresar a este Arcano que se encuentra en la línea de partida, de los orígenes. Junto con La Estrella es uno de los ejes del tarot. Y aunque la palabra está desgastada, el significado de "amor" no.